Fury a Wilder: “¿Tu entrenador y la Comisión de Nevada también eran parte del complot?”

Tyson Fury dijo antes de la revancha contra Deontay Wilder que lo iba a noquear en dos asaltos. No pudo cumplir esta predicción, ya que se fue hasta el séptimo, pero en el tercero lo mandó dos veces a la lona y desde que empezó la pelea se vio quién iba a llevar el peso de la pelea.

The Bronze Bomber’ tenía ante sí por primera vez a un rival físicamente mayor tamaño que él, más dominante… y mucho mejor boxeador, que marcaba el ritmo, que presionaba, con lo que eso cansa sobre un ring. Wilder fue a remolque todo el combate. Lo que no consiguió Luis Ortiz, un peso pesado con mucho menos alcance que Fury, lo logró el inglés. Dio una lección a Wilder y sin sufrir en exceso. No lo dejó pensar.

Hace unos días el ‘Bombardero’ al fin rompió su silencio, extendido durante meses. Habló de que hubo un complot para que perdiera aquella pelea, usando frases como “mi agua me cambió, como si tomara un relajante muscular”, “tenía algo en los guantes” o “mi entrenador [Mark Breland] era parte de la trama, en el séptimo asalto yo me estaba recuperando y de repente tira la toalla”. También metió en el ajo al árbitro.

Ahora Tyson Fury ha querido responder a su rival, mientras termina de cerrar la pelea para el 5 diciembre con Agit Kabayel o Carlos Takam. “Acabo de leer un artículo que dice que podría haber tenido algunos ‘objetos contundentes’ en mis guantes. Sí, dos grandes destructores de 120 kg en cada guante”, indicó el ‘Rey Gitano’, que explicó: “Recibir un puñetazo en la sien puede provocar estas cosas”.

Acto seguido, el campeón del mundo del WBC, argumentó: “No habría trama a menos que el propio entrenador de Deontay Wilder, Jay Deas [su otro preparador, el que no arrojó la toalla], también estuviera involucrado en la conspiración junto con todos los chicos de la Comisión Atlética de Nevada, que nunca salieron de la sala. Jay Deas estaba en la habitación mientras yo estaba con las vendas. Las examinó. Estaba allí cuando me puse los guantes, los examinó, y todos los que estaban en la habitación. No te dejan irte. Todo el mundo sabe esto”.

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