“Maravilla” Martínez y “Canelo” Álvarez, en combates dolarizados para la Argentina

El quilmeño Sergio “Maravilla” Martinez y el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, formarán parte -este sábado- de los combates más esperados del fin de semana. Ambos han sido siempre una garantía de buenos ratings y polémicas variadas cada vez que participaron de programaciones televisivas -en canales de cable o abiertos- aunque en esta ocasión aparecerá en escena una variante que no estaba en los planes de ningún argentino: pagar en dólares para poder verlos.

Fite TV, aplicación digital que produjo hace semanas la exhibición entre “Mike Tyson vs Roy Jones”, difundirá el festival a un costo de 15 dólares por suscripción a partir de las 16 horas de nuestro país.

¿Qué es éste “Maravilla” Martínez para el boxeo? Una curiosidad peculiar que reparte cierto interés con muchas objeciones basadas en la insoportable comparación de lo que fue y lo que hoy representa. Su reaparición de agosto último, tras seis años de inactividad tras su derrota con Miguel Cotto en 2014, mostró a un hombre entusiasta. Pudo cumplir con su palabra de volver a pelear, tras empañarla agriamente al fomentar una infundada revancha con su “compadre” Julio Cesar Chavez hijo, imposible de llevarse a cabo en el período anunciado (2019).

Martinez, de 45 años, ex bicampeón mundial mediano junior y mediano (2008-2014), con una campaña de 52 éxitos (29 KO), 3 reveses y 2 empates, se medirá con el finlandés Jussi Koivula, de 36 años, y un récord de 24 victorias (9 K.O), 7 derrotas y una igualdad.

La pelea se llevará a cabo en la bolera: “Severino Prieto”, de Torrelavega, Cantabria (España), un recinto característico de la actividad bochófila regional, adaptado para el pugilismo en esta instancia.

Midió las consecuencias, bajó sus pretensiones y venció por KOT 7 al modestísimo obrero del ring asturiano José Fandiño en agosto pasado, con un ritmo prudente y cansino acorde a su edad y al paso del tiempo; totalmente distante del último gran round que produjo su carrera: el 11° ante Chávez, el 15 de septiembre de 2012. Fue lógico que así sucediera, aunque amerita destacarse el entusiasmo que un hombre rico y realizado como él le brindó a este tipo de aventuras.

Su discurso y su filosofía sobre el valor de la autoestima y la experiencia a la hora de competir es acogido por una platea sectorizada y un sector de propagandistas -elegidos- fieles para su difusión. Al mejor estilo de los magos e ilusionistas provoca una atracción -todavía- interesante que lo sigue fortificando como un producto valioso para el mercado. En donde el futuro deportivo se entrelaza con la suposición y la fantasía.

Koivula es raro sobre el ring. No garantiza lucimiento ni vaticina mucho peligro. Veterano, eterno buscador del título europeo welter, pretenderá ser algo más que un acompañante. El boxeo profesional es un trabajo fundamentado en resultados y dar un “batacazo” sería un inmediato valor al cobro para él.

Canelo y una vuelta interesante

Saúl “Canelo” Alvarez, el boxeador más popular desde el retiro de Floyd Mayweather, se pudo liberar de aquel ostentoso contrato de 350 millones de dólares a ganar en cinco años que lo ligaba a DAZN, una empresa multinacional que produce eventos deportivos, preferentemente por streaming. Paradójicamente, aceptó pelear (nuevamente), bajo su promoción en su vuelta al cuadrilátero y nadie puede comprender este tipo de decisiones que lo llevaron a estar inactivo por un año.

Su pelea por la unificación del título de los supermedianos (AMB y CMB – vacante-) ante el británico Callum Smith, ganador de sus 27 peleas (19 KO) es interesante. Y esto lo marcará la gran diferencia de altura y alcance entre ambos. Smith, de 30 años, mide 1m91. Aventaja en 18 centímetros a “Canelo”, que deberá esforzarse al máximo para obtener el blanco justo.

Ganador de cuatro coronas en pesos diferentes, Alvarez (de 30 años y un historial de 53 triunfos -36 KO-, una derrota y dos empates), no conformó tras su último KO sobre el ruso Sergey Kovalev, que lo consagró como titular semipesado (OMB). Ahora, con 76.200 kg, un peso aún elevado para él, se aproxima a su kilaje ideal para los grandes desafíos.

Combatirán con público. Con 12.000 espectadores en el Alamodome, de San Antonio (Texas), cuya capacidad para boxeo es de casi 70.000 butacas. La velada se emitirá para la Argentina por la aplicación DAZN, que ofrece una opción mínima de dos dólares para su acceso.

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