Maravilla Martínez dio el peso con lo justo y está listo para la batalla en Madrid

Sergio Maravilla Martínez sigue subiendo una escalera virtuosa y virtual con el objetivo de llegar a la cima, o sea al título mundial de los medianos de la AMB, cetro que supo conseguir pero en el CMB y la OMB, además de haber sumado el superwelter del CMB. Para lograrlo debe ir cumpliendo objetivos, como el que afrontará este jueves en Madrid contra el británico Macaulay McGowan. Sin embargo, falló en la balanza y hubo dudas.

Porque el argentino se pesó con la meta de dar en el clavo o menos de los 73 kilos pautados para el combate en el WiZink Center, estadio techado para 20.000 personas. Aunque la aguja marcó 73,400, casi medio kilo más. En tanto, su rival no tuvo problemas y dio 72,800.

Martínez se fue del escenario en el que habían posado ambos boxeadores para intentar, de alguna manera y como le permite el reglamento, bajar esos 400 gramos de más en un segundo intento clave para que no se abortara su meta de enhebrar su cuarta victoria al hilo desde que volvió a boxear en el 2020 tras haber hecho un paréntesis de seis años luego de la derrota ante el boricua Miguel Cotto.

¿Cómo hizo? Trató de transpirar para desagotar lo último que le quedaba de líquido, aunque fuese para que la balanza llegara a 73 kilos y que volvieras a tomar forma el combate. Al cabo, cumplió con el objetivo al clavar 72,800, como su adversario.

La pelea está pautada para las 15 con TV en directo para nuestro país de ESPN y Star+.

La palabra de Maravilla Martínez

Martínez llega confiado y esto le había dicho a ESPN: “Estoy viviendo el sueño que yo mismo estoy provocando y me encanta el resultado que está dando. Tengo más de 26 años como boxeador y voy a ser boxeador toda la vida. Mi cuerpo todavía me acompaña y la mente también. Estoy escalando pasito a pasito camino al nivel más alto, que es al que quiero llegar”.

“Yo estoy muy pero muy bien. Sin exagerar, estoy en la mejor forma de mi carrera deportiva. Mi cuerpo está hecho una máquina y golpeando muy duro, aprendí a poner la energía en el golpe. Antes con la velocidad suplía todos los fallos que tenía, ahora sé golpear”, reconoció el ex campeón.

Maravilla dio el peso en el segundo intento.

Sergio, de 46 años, no se sube al ring solamente para ganar. Él no le apunta a este combate, va por la corona grande. Por eso mismo no desea una pelea corta, quiere y necesita minutos sobre el ring. Las horas de sparring no se comparan con la adrenalina de un combate oficial. McGowan, de 27 años, promete ser una mejor prueba que sus anteriores rivales.

En cuanto al británico, Martínez le había dicho a Olé: “Este boxeador tiene un estilo bastante particular: es incómodo, molesto, no tiene una gran línea boxística, no es un boxeador del que uno podría decir cuidado con el jab, cuidado con la contra de derecha. No, él toma una distancia entre la media y la corta y comienza a sacar golpes, y saca muchos golpes. Y parece que asimila bien los golpes, que tiene su táctica también para golpear, para pelear, pero tiene un estilo que no deja de ser raro, y lo raro puede parecerte incómodo por momentos porque a la mayoría de los rivales con los que lo vi los incomodó. Aunque le está siendo bastante efectivo ese estilo, tiene un récord positivo. Así que, en ese sentido, tengo que tener cuidado”.

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