Vitali Klitschko, el excampeón mundial de boxeo símbolo de la resistencia ucraniana

Ucrania no solo tiene a su presidente, Volodymyr Zelensky, como una figura de la resistencia contra la invasión de Rusia. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, también se ha ganado un espacio dentro del imaginario popular.

Cada vez que pudo, Klitschko ha sido contundente. Por ejemplo, en repetidas ocasiones declaró que la muerte es una mejor opción a “arrodillarse ante los rusos, y que “no dudaría en coger un arma” para defender la soberanía ucraniana.

Sus dos metros de altura y su reputación como boxeador parecen avalar sus palabras. Los quince títulos mundiales de peso pesado, y el récord de 45 victorias y dos derrotas, hicieron que pocos recuerden su expulsión de los JJ.OO. de 1996 por usar esteroides, y que ahora lo apoyen sin dudar.

Su popularidad creció desde que fundó, en el 2010, el partido político Alianza Democrática Ucraniana para la Reforma. “Para la gran mayoría un boxeador es alguien que no tiene ni la preparación ni la inteligencia para ocupar un cargo, pero les demostraré que están equivocados”, declaró.

El pueblo creyó en él y lo votó como diputado, para luego, en el 2014, ser elegido como alcalde de la capital de Ucrania con el apoyo del 57,46% de los electores.

Ese mismo año se sucedieron las protestas en contra del expresidente prorruso Víktor Yanukovich, a quien se acusaba de congelar los acuerdos con la Unión Europea. Klitschko se sumó a los reclamos, sobre todo cuando el Gobierno empezó a repeler con violencia desmedida a los manifestantes que exigían la renuncia de Yanukovich, y fue a reclamarle al mandatario, aunque este no le dio audiencia.

Más tarde, estaría presente en la firma de la paz, acuerdo que también incluía la formación de un gobierno de transición y el adelanto de las elecciones presidenciales.

Y, ahora, al exboxeador le toca asumir la defensa de Kiev, que todavía resiste al embate ruso. Klitschko, además de urgir al papa Francisco a darse una vuelta por la capital, también ha sostenido que los liderados por Vladimir Putin jamás podrán tomar la ciudad.

La resistencia, bajo la lupa

Así como el presidente Volodymyr Zelensky, Vitali Klitschko también es una figura inspiradora, sostiene el analista internacional Francisco Belaúnde. “Es verdad que los ucranianos están muy motivados en la defensa de su país, pero cuando hay una persona como él, quien además tiene prestigio como boxeador, aumenta la moral de quienes combaten”.

Y, hasta el momento y por diversos factores, la resistencia ucraniana está obteniendo buenos resultados. Las cifras, claro, varían dependiendo de las fuentes. Según Ucrania, las tropas rusas están retrocediendo y los locales retoman el control de puntos de defensa de la capital. Rusia, por su lado, recientemente admitió que suma 1.351 fallecidos –“CNN” dice que podrían ser más de 6 mil– y 3.825 heridos, a comparación de los 14 mil ucranianos muertos y un número similar de heridos.

Pero, en todo caso, la resistencia sí ha generado pérdidas brutales para los rusos, lo que en buena parte ha detenido su avance. Tanto es así que parece que Rusia se conformaría con el premio consuelo: quedarse con las provincias rebeldes”.

Fotografía del 2014, en la que se ve a Klitschko durante las protestas contra el expresidente prorruso Víktor Yanukovich. AP
Fotografía del 2014, en la que se ve a Klitschko durante las protestas contra el expresidente prorruso Víktor Yanukovich. AP

En efecto, el subjefe del Estado Mayor ruso, Serguéi Rudskói, anunció que solo se concentrarán en la región del Donbás, lo que incluye a las repúblicas de Lugansk y Donetsk que ya controlan.

Para Belaúnde, “esto indicaría que ya no pueden avanzar más y que están buscando una forma elegante de retroceder”.

Ni siquiera los bombardeos a las ciudades dieron buenos resultados. ¿Por qué? “Así como lo hicieron en Siria y Chechenia, los rusos atacaron a los civiles, pero las fuerzas de resistencia continúan su trabajo, impidiendo que avancen a la velocidad que les gustaría”.

Las armas provistas por Occidente serían una de las razones del éxito: los misiles de origen inglés y estadounidense se pueden transportar en el hombro, creando una oportunidad única para atacar tanques, helicópteros y ciertos aviones enemigos. También ha sido vital que, al saberse menos poderosos, los ucranianos apuesten por una guerra de guerrillas. Esto se suma a los problemas logísticos del ejército ruso, como la falta de gasolina y la comida caducada.

Claro que si Rusia insiste, tal vez en dos meses, quién sabe, logre conquistar Ucrania. Pero el costo humano y económico sería muy alto. La resistencia está funcionando, lo que no significa que será eterna.

Porque con la nueva decisión del Kremlin, lo único que cambiaría sería la ubicación de la guerra. Vladimir Putin, piensa Belaúnde, quiere adueñarse de todo el Donbás, aunque siempre existe la posibilidad de que se conforme con Lugansk y Donetsk, y ello podría significar un cese al fuego en gran parte del territorio ucraniano.

En todo caso, esto ya podría ser considerado como una victoria para la resistencia”, concluye Belaúnde.

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