Julio César Chávez Jr, el boxeador que ya ganó la pelea más importante: contra las adicciones

Julio César Chávez Jr. dejó mucho boxeo en el camino. Fue campeón del mundo, pero nunca llegó a los niveles que algún día insinuó. Su declive en el ring, sin embargo, pasó a segundo término cuando se hizo pública, hace un año, la noticia que de había sido internado en una clínica para tratar las adicciones. El anuncio lo hizo su padre, Julio César Chávez González, leyenda del pugilismo que conoció el monstruo de las adicciones en primera persona. Según su testimonio, Chávez Jr. vivió adicciones con pastillas para bajar de peso.

 

Ahora Chávez Jr. ha salido de su rehabilitación. Fue un año el que El Hijo de la Leyenda pasó en un anexo. Y ha contado cómo fue ese proceso, en el que vivió experiencias que jamás le habrían pasado por la mente a quien estaba destinado a ser un referente del boxeo mundial. “Me metía en cosas que no debía y me exponía ante la gente. La motivación fue: cuando salga voy a entrenar bien. No tomaba ni me drogaba sino usaba muchas pastillas para bajar de peso. Siempre quería tomar más y más. Pasó un año y no sé cómo le hice para aguantar tanto. Me costó al principio”, contó en entrevista con Un Round Más.

Chávez explicó que esa experiencia le sirvió para valorar las cosas que tenía de manera cotidiana en su entorno: “Llega un momento en el que dices: apoco si merezco esto. Es difícil porque no tienes comodidades, no tienes las cosas que quieres. No haces lo que quieres. No tenía espejo, llegué a pensar que ya estaba muerto. Pero de algo sirve: a veces dejamos de valorar las cosas que tenemos, y a veces hay que dejar de tenerlas para valorarlas”, expresó. Chávez Jr. dijo que no guarda ningún resentimiento —al principio del proceso estaba muy enojado por ser internado— y que ahora tiene las ganas de vivir y también de volver al ring. Su última pelea fue en diciembre de 2021, cuando venció por puntos a David Zegarra en un combate de poca acción.

En agosto de 2021, Chávez padre contó en entrevista con Yordi Rosado que sus hijos, Julio y Omar, estaban peleados con él, que no le hablaban, porque había subido a Saúl Álvarez al ring en su pelea de exhibición contra Héctor Camacho Jr, pero que sin importar eso, él quería apoyarlos con sus problemas de adicciones. “Mis hijos me han reprochado mucho. Sí, pero les digo: “yo ya cumplí, hijo. Tengo once años limpio. Ustedes no me pueden echar la culpa toda la vida de que ustedes están así por mí. Les he pedido disculpas. Ellos saben que lo único que he hecho es estar con ellos. Ha sido muy duro tener que internar a mis hijos. Teniendo yo clínicas en adicciones, digo yo: ¡Dios mío, cómo no puedo ayudar a mis hijos!”, expresó el exboxeador.

Chávez padre contó que siempre interrumpía los tratamientos porque sentía la necesidad de liberarlos antes de que se cumpliera el tiempo de tratamiento, y eso resultaba contraproducente a la postre, pero tenía el compromiso de ayudar a sus hijos a pesar del momento tenso en el que se encontraba su relación: “Así no me hablen, así se enoje conmigo: yo les voy a salvar la vida”, dijo Chávez.

 

El futuro de Chávez Jr. en el boxeo puede no tener las oportunidades que él quisiera (volver a pelear por un titulo del mundo, opción que luce muy complicada y más tomando en cuenta que ya tiene 37 años), pero es un hecho que Chávez ha vencido ya al rival más duro de su carrera y de su vida: las adicciones. Del mismo modo que lo hizo su padre, que en diversas ocasiones ha dicho que desde el 2009 no ha tenido contacto ni con el alcohol ni con la cocaína, dos factores que minaron su carrera y lo llevaron a tener fuertes problemas en el ámbito privado. Ahora puede decir que lo cumplió: ayudó a su hijo en donde más importaba, fuera del ring, y éste le correspondió dejando atrás el fantasma de las adicciones.

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