Fernando “el Puma” Martínez, el campeón silencioso que ya mostró su chapa y ahora va por más gloria y billetes

“Queremos a los mejores”, avisó Fernando Martínez el sábado sobre el cuadrilátero montado en el Armory de Minneapolis, donde apenas unos minutos antes había batido por nocaut técnico en el 11° asalto al filipino Jade Bornea y así había defendido por segunda vez su título supermosca de la Federación Internacional de Boxeo. Ese triunfo abrió al Puma, único campeón ecuménico argentino, un panorama amplio en una categoría plagada de nombres importantes que podrían ofrecerle cinturones, gloria y billetes.

 

 

La contienda ante Bornea fue la última del contrato de tres presentaciones que el púgil de La Boca había firmado con Premier Boxing Champions antes de su primera pelea con otro filipino, Jerwin Ancajas, cuando todavía era un ignoto retador para el mercado estadounidense. Hoy no solo es campeón, sino que además mostró un estilo muy atractivo. Eso le permitirá negociar un vínculo más jugoso con PBC o buscar nuevos horizontes.

 

El objetivo que plantearon Martínez y su entrenador, Rodrigo Calabrese, es un duelo de unificación con alguno de los otros tres campeones de las 115 libras, aunque también hay boxeadores sin corona que podrían ofrecerles una alternativa muy seductora. Cualquiera sea el camino que emprendan, la brújula podrá dirigirlos a dos destinos finales: nuevamente Estados Unidos o Japón, donde en estos días parece estar el eje gravitatorio de la categoría.

Así lo dejó claro hace unos días el mexicano Juan Francisco Estrada, campeón del Consejo Mundial de Boxeo, quien está esperando una confirmación para su próxima pelea. “Para fines de septiembre o principios de octubre estamos viendo si vamos a Japón a pelear contra un japonés o a buscar un campeón para unificar títulos”, contó el púgil nacido hace 33 años en Puerto Peñasco, quien es considerado por muchos especialistas como el mejor de esta división.

¿Por qué Estrada (y también Martínez) miran hacia el país del Sol Naciente? Porque allí residen dos monarcas y otros hombres con aspiraciones. Y también porque en Japón hay buenas oportunidades económicas para los púgiles de las categorías más chicas, algo que resulta mucho más complicado en Estados Unidos.

La opción más tentadora para cualquiera que oriente su vista hacia allí es el legendario Kazuto Ioka, quien desde el sábado es el propietario del cetro de la Asociación Mundial de Boxeo: se lo quedó al derrotar por puntos a Joshua Franco en una contienda a la que el texano llegó muy mal preparado y sin chances de conservar su título, ya que había excedido tres kilos el límite de la división en el pesaje del viernes (luego de perder, anunció su retiro).

Kazuto Ioka (derecha) ganó el título supermosca de la AMB ante el texano Joshua Franco en Tokio.Kazuto Ioka (derecha) ganó el título supermosca de la AMB ante el texano Joshua Franco en Tokio.

En los días previos a la pelea con Franco, Ioka, el único boxeador nipón que ganó coronas en cuatro categorías, había dejado claras sus intenciones en caso de victoria. “Ganar este combate debería ser el billete para la gran pelea contra Estrada que estuve deseando durante tanto tiempo”, había proyectado el hombre que ostenta un récord de 30 victorias (15 por nocaut), dos derrotas y un empate. Si a la voluntad de los potenciales contendientes se suma la de los manejadores, seguramente puedan encontrarse sobre un cuadrilátero a fin de año (el 31 de diciembre es una noche tradicional de boxeo en Japón).

Eso obligaría a Martínez a buscar una alternativa, aunque no necesariamente fuera de ese país, puesto que allí podría medirse con el peligrosísimo invicto Junto Nakatani, quien con solo 25 años ya reinó en la división mosca entre 2020 y 2022, y desde el mes pasado es el monarca supermosca de la Organización Mundial de Boxeo.

 

 

 

El zurdo nacido en Inabe y residente en Sagamihara consiguió la corona con un escalofriante nocaut sobre el australiano Andrew Moloney en el MGM Grand de Las Vegas (en la velada que tuvo como atracción principal el pleito entre Devin Haney y Vasiliy Lomachenko). El gancho de izquierda que desmoronó a Moloney le permitió sumar su 25ª victoria consecutiva como profesional y la 19ª por la vía rápida.

También japonés es otro hombre que desde hace tiempo tiene entre ceja y ceja a Martínez: Kosei Tanaka. El mes pasado, después de vencer al colombiano Pablo Carrillo en Nagoya, había anunciado que deseaba enfrentar al Puma. Y el sábado estuvo en el Armory de Minneapolis siguiendo desde el ring side la contienda con Bornea. “Estoy imaginando esto desde el año pasado: quiero derrotar a este campeón”, tuiteó después del triunfo del argentino.

 

Tanaka, tercero en el ranking de las 115 libras de la FIB, no es un improvisado ni un arribista, puesto que ya fue campeón de la OMB en las categorías mínimo, minimosca y mosca. En diciembre de 2020 intentó conquistar el cetro supermosca de ese organismo, pero Kazuto Ioka le propinó la única derrota de su carrera. Tras ello, encadenó cuatro victorias que lo colocaron nuevamente en la lista de aspirantes a una chance mundialista.

Lejos de Japón y cerca del deseo de Martínez aparece un nombre legendario: Román González. El nicaragüense reinó en cuatro divisiones y llegó a ser considerado el mejor boxeador libra por libra del planeta en 2015 por la revista especializada The Ring. Si bien ya no está en el cénit de su carrera, lleva 15 años en la elite del pugilismo, durante los cuales realizó 19 combates por títulos mundiales (ganó 16 y perdió 3).

 

Después de su caer en diciembre por segunda vez ante el Gallo Estrada (en ambas peleas, con fallos muy cerrados y discutidos), Chocolatito, cuarto en el escalafón de la FIB, está buscando reinsertarse en las grandes ligas y desafiar a Martínez podría ser una buena opción. El Puma expresó varias veces su admiración por él y su deseo de enfrentarlo. “Es como un (Floyd) Mayweather para mí”, lo elogió hace unos días. Y sostuvo que era el hombre con quien más deseaba medirse. En caso de que su deseo se hiciera realidad, la contienda seguramente sería en Estados Unidos.

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