El lado oscuro del boxeo femenino: entre los fallos espurios y la resignación de las perjudicadas

Cuando la puertorriqueña Amanda Serrano, ganadora de siete coronas mundiales en pesos diferentes y la irlandesa Katie Taylor agotaron las 19.187 entradas puestas a la venta en el Madison Square Garden y dieron vida a un combate extraordinario, el 30 de abril de 2022, el boxeo femenino comenzó a equiparar parte de la relevancia propia del pugilismo masculino.

 

 

Mas allá de todo lo adicional que enriqueció esta disputa, pocos repararon en un hecho fundamental: el mal fallo de la contienda que dio la victoria a Taylor, representada por los intereses del promotor del match: Eddie Hearn. Esto indignó a los pocos los expertos y resultó indiferente a la mayoría.

 

A partir de Serrano vs. Taylor, los guantes rosas se vieron envueltos en una sucesión de malos fallos; algunos localistas y otros sospechosos. Muchos de ellos han sido protagonizados por boxeadoras argentinas literalmente “robadas” en distintos veredictos. Y esto nos lleva a preguntarnos: ¿es mas sucio el ámbito del boxeo femenino que el masculino?

La sanjuanina Leonela Yudica y Seniesa Estrada, en plena acción durante la pelea por el título mundial
La sanjuanina Leonela Yudica y Seniesa Estrada, en plena acción durante la pelea por el título mundialMikey Williams/Top Rank Inc – Getty Images North America

Los caballeros todavía discuten acaloradamente porque Pernell Whitaker no recibió la victoria ante Julio César Chávez en1993; dirimen sobre el veredicto que favoreció a Félix Trinidad sobre Oscar de la Hoya en 1999, o los criterios en los triunfos de Manny Pacquiao sobre Juan Manuel Marquez a partir de 2004. Pero todo esto es escaso; es una suma mínima de guarismos adversos, en comparación con lo acaecido con los oscuros veredictos que definieron los combates femeninos en el último año. Y llama poderosamente la atención el desinterés por desmenuzar estas descarriadas decisiones.

La gran Claressa Shields, primera campeona olímpica de Estados Unidos y considerada la mejor boxeadora de estos días, vapuleó a la inglesa Savannah Marshall –protegida de los empresarios– en Londres, el 15 de octubre último. Sólo recibió un fallo cerrado a su favor y la británica pronto tendrá la revancha.

Se abrió, entonces, un gran dilema. Cuándo hay mucho dinero en contrataciones, ¿se relegan las protestas y las frustraciones? Las mujeres no mostraron gran rebeldía al respecto. ¿Los buenos cheques actúan como bálsamos en los equipos derrocados?

Una catarata de fallos vergonzosos quitó a las argentinas –recientemente- del primer plano. La sanjuanina Leonela Yudica, excampeona mundial mosca (FIB), engrosó muchísimo sus bolsas habituales y perdió en pésimas decisiones ante Arely Muciño, en San Diego, California, en 2022, y en un fallo horrendo fue privada de obtener el cetro mínimo ante Seniesa Estrada, el sábado último en Las Vegas. Tras conocerse el veredicto, la costarricense Yokasta Valle ya estaba en el ring desafiando a la “vencedora”. Los dirigentes del CMB y la AMB allí presentes ni se inmutaron. ¡Increíble!

Celeste Alaniz perdió por puntos con Marlen Esparza tras un fallo aberrante
Celeste Alaniz perdió por puntos con Marlen Esparza tras un fallo aberrante

Un caso todavía peor dejó sin la corona de los minimoscas a la bonaerense Celeste Alaniz, quien recibió una paga récord para mujeres en Argentina. Dominó con claridad a la dueña de casa, Marlen Esparza, en San Antonio, Texas, pero escuchó un aberrante fallo en su contra, el 8 de julio pasado. ¿Se esperaba algo así? Probablemente.

La catamarqueña Nazarena Romero, en una de las decisiones más oscuras de la última década en nuestro país, fue despojada de la conquista del mundial supergallo, frente a la venezolana Mayerlin Rivas, quien fue derribada, dominada y salvada en un empate técnico el 10 de junio último, ante la presencia de toda la cúpula de la AMB. Y todo terminó ahí, tal si fuese una polémica de mesa de café.

Todos alentamos el progreso de las mujeres en el cuadrilátero. Pero si a la hora de la verdad, cuando se gana o se pierde, se digitan los resultados por intereses mezquinos y acomodaticios, de a poco serán fagocitadas por la indiferencia del público. Y lucharon muchísimo para merecer otro lugar; como aquel del Madison, cuando Amanda y Katie se lucieron en su ring.

Por Osvaldo Principi La Nación

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