A 45 años de una singular paliza de Monzón ante el duro Bouttier

Por Tomás Rodríguez (Especial para El Litoral)

Las calles, parques y plazas presentaban una desolación absoluta, la gente frente a la pantalla chica en sus casas, en los bares, en los clubes, en las empresas y fábricas, en las vecinales, siguiendo todos los detalles del encuentro que deparó acciones emotivas, con suspenso, y estallaron cuando el técnico del galo, Michael Maguirre y el manager, Jean Bretonell, arrojaron al tapiz la toalla al iniciarse el décimo tercer capítulo, determinando la renuncia de su pupilo en el ring y a seguir recibiendo una inútil paliza y determinar una concluyente conquista del boxeador natural de San Javier.

Tarjeta insólita

Los siete periodistas argentinos enviados especiales a cubrir dicho acontecimiento, además de los hombres de la prensa francesa y europea, llevaban claras ventajas para “Escopeta” Monzón, lo mismo para el jurado italiano Brambilla y el árbitro alemán Drous. Sin embargo, la sorpresa la brindaba el británico Ronald Dakin, quien en su tarjeta tenía en forma insólita, tres puntos de ventaja para el francés, quien había anunciado su abandono a seguir combatiendo debido a la paliza que estaba recibiendo en el ring del histórico estadio de Colombes.

Definición al final

Los notables campeones universales, explican los libros publicados sobre la historia boxística y del deporte de las narices chatas, son aquellos que pueden definir un pleito en la última etapa de un encuentro: Monzón venció la primera vez a Nino Benvenutti en el duodécimo escalón obteniendo el título mundial de esa división; a Emile Griffith en la décimo cuarta vuelta y a Bouttier, en el 13er. asalto.

Se trata de una verdadera demostración de la vigencia del vigor en el tramo en el que el esfuerzo físico hace disminuir la potencia y el oxígeno; cuando un hombre que recibe rudo castigo, que no deja un instante de desplazarse, que gasta energías en forma contínua, alcanza definiciones amplias, categóricas, es porque posee excelentes condiciones pugilísticas, además de su fuerte pegada.

En ese desigual combate, el desequilibrió apareció en el noveno asalto; además en el capítulo siguiente Bouttier miró casi con compasión a su rincón pidiendo protección a Maguirre y Bretonel, como solicitando ayuda urgente ante la andanada de golpes del campeón.

Abandono del retador

Cuando sonó la campana en el duodécimo asalto, Bouttier llegó a su rincón con las piernas totalmente duras y sin sensibilidad, se sentó en el banco y echó la cabeza hacia atrás, lo bañaron con agua helada y una toalla no dejaba observar cómo aspiraba las sales de amoníaco, en esos momentos habló con Bretonell y Maguirre, quienes lo consultaron si podía continuar peleando, moviendo su rostro en forma negativa y el segundo principal le dijo al árbitro alemán Durst que no continuaba la pelea.

Monzón se dirigió al centro del ring y la comitiva argentina estalló con gritos de alegría, especialmente el maestro Amílcar Oreste Brusa, el promotor Juan Carlos Lectoure, el profesor Patricio Russo, el Dr. Roberto Paladino, Daniel González, Humberto Salguero y otros.

… Y cantó Gardel

Hace 45 años, París fue escenario de una contundente actuación de Carlos Monzón. Antes de descender del cuadrilátero y a pesar del dolor que tenían los aficionados franceses, éstos se rindieron ante el mejor pugilista de esa categoría.

Mientras se escuchaban los aplausos respetuosos del soberano, como fondo de las palabras del locutor, se podían apreciar los sones de un tango y la voz inconfundible de Carlos Gardel, “El Zorzal Criollo”, que sigue uniendo a galos y argentinos.

Tito Lectoure le deslizo con emoción al Dr. Paladino: “El tango y el boxeo siguen uniendo a los pueblos, El Morocho del Abasto cada vez canta mejor y Monzón destruye a sus oponentes…”, concluyó.

>>> Desde Delon hasta Belmondo

Notables figuras presenciaron el festival boxístico, pero todas ellas arribaron cuando estaba por comenzar la pelea estelar para que el público los reconozca y los aplauda. Cuando finalizó el espectáculo se retiraron raudamente.
Se pudo observar a los actores Yul Brynner (“El Rey y yo”, “Los 10 Mandamientos”, “Los Siete Magníficos”, “Los Hermanos Karamazov”), Claude Lelouch (“Un hombre y una mujer”, “Los Miserables”, “Los Unos y los Otros”); el actor italiano de cine francés, Lino (Angiolino) Ventura, quien filmó 75 películas (“El Rufián”, “El Inspector Brunel”, “El Prisionero”, “El Padre Charlie”, “El Truhan”, “El Gitano”, “El clan de los sicilianos”, “El Motorixsta”, “Cosa Nostra”, “El chofer de autobús”); Alain Delon, drama, ficción de detectives y suspenso (“De día y de noche”, “Trayecto Mortal”, “Diamantes para un ladrón”, “Aeropuerto 80”, “Los Granujas”, “Scorpio”, “El asesinato de Trotsky”, “Adiós amigo, Borsolino”, “Los aventureros”, “Arde París”, “El Tulipán Negro”, “Rocco y sus hermanos”, “El Gatopardo”), junto a su esposa Mireille Darc (“Por la piel de un policía”, “Borsolino”, “Encuentro en la playa”), de incógnito, por los grandes problemas que lo afectaban y le impedían enfrentar al soberano, y Jean Paul Belmondo (“Desiré”, “Los Miserables”, “El Imperio del León”, “El marginal”, “El solitario”, “El magnífico”, “El incorregible”, “Borsolino”, “Cartouche”, “Una rubia peligrosa”, “Un domingo maravilloso”), que llegó en un avión especial desde Saint Tropez.
Del deporte de las narices chatas aparecieron las figuras del legendario George Carp; el play boy en decadencia económica Nino Benvenutti (periodista); el recordado Marcel Pigou, aquel que le ganó a Eduardo ‘KO‘ Lausse, Georges Carpentier (fue campeón mundial semipesado), Bruno Arcari y Oscar Natalio Bonavena.

>>> Luego, Tom Boggs

Carlos Monzón anunció que volvería a exponer su corona el 17 de agosto en Copenhagüe contra Tom Boggs, dos años menor que el monarca, nunca había sido derrotado por fuera de combate y que pertenecia a una familia muy humilde, habiendo sido trabajador de la construcción.
El pupilo de Brusa refirió a que con motivo de una promesa, el pantalón que utilizó ante el francés Jean Claude Bouttier sería depositado personalmente ante la imagen de la Difunta Correa, en San Juan.
Monzón dijo que los 140 mil dólares (además de los beneficios de la TV) que obtuvo, los invertirá en tierras y departamentos.
“Escopeta” Monzón explicó que “en todas las peleas que realice como boxeador profesional en mi rincón siempre estarán acompañándome Brusa, el profesor Russo y el Dr. Paladino. Asimismo en el ring-side estará mi amigo Tito Lectoure”, aseguró el gran campeón.

>>> Chau remeras

En horas de la tarde era imposible conseguir alguna mesa en los bares vecinos al estadio Colombes donde se realizó la pelea por el título mundial de la categoría mediano; en las calles adyacentes se vendía de todo con el nombre del retador francés: gorritos, relojes, largavistas, posters. Todo llevaba la marca “Bouttier”. Lo que se desconoció después de la pelea es dónde fueron a parar todas las remeras con la inscripción: “Bouttier, campeón del mundo”.

>>> ¡110.000 dólares!

La bolsa cobrada por Monzón ascendió a la suma de 110 mil dólares libre de todo gravamen, mientras que el retador sólo recibió u$s 12.000. Como se puede apreciar, éstos fueron los dólares más fáciles obtenidos por el monarca, de acuerdo con la poca monta de su oponente o, al menos, al poco trabajo que lo sometió. La prensa internacional, a su turno, hacía referencia que había campeón para rato.
El pantalón del incomparable campeón con el cual subió al cuadrilátero, era negro con vivos rojos e inscripciones publicitarias en el cinturón y en ambas piernas.
El profesor Patricio Russo, preparador físico del campeón mundial de los medianos, señaló al término del festival: “El rincón nuestro, es el de las victorias”.

Originally posted 2017-06-16 23:00:13.

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