Naoya Inoue se convirtió en el mejor boxeador de 2023: las razones por las cuales superó a todos, incluido el norteamericano Terrence Crawford

El japonés Naoya Inoue no alteró en los más mínimo sus cualidades personales a la hora de la consagración. Caballeresco, simple, enfocado en el valor de cada palabra para elogiar al adversario caído y sólo sonriente para decir “¡felices fiestas!” a sus 15.000 compatriotas que poblaron el moderno Ariake Arena, en las afueras Tokio.

 

 

En la ley de la lógica boxística y del conocimiento del ring, su victoria por KO en diez rounds sobre el filipino Marlon Tapales, consolidó su nominación a mejor boxeador de 2023. Tal distinción primó sobre el valor estadístico de equipar al estadounidense Terrence Crawford, en el reconocimiento mundialista de las cuatro organizaciones oficiales: CMB, AMB, FIB y OMB en dos pesos diferentes. Reiteró en esta pelea, en el peso supergallo (55.338 kg), lo que ya había conseguido en la división inferior (gallo, 53.500 kg) en 2022. Todos los cinturones a la vez.

Marlon Tapales, en el piso, no se recuperará: Naoya Inoue celebra una nueva victoria
Marlon Tapales, en el piso, no se recuperará: Naoya Inoue celebra una nueva victoriaHiro Komae – AP

A los 30 años, con un récord perfecto de 26 victorias consecutivas (23 KO), mantiene una imagen inmaculada. Vigente desde su primera conquista ecuménica, cuando con apenas 20 años y pesando 48.988 kilos ganaba el cetro minimosca (CMB) ante el mexicano Adrián Hernández, en 2014, para eyectarse inmediatamente hacia los supermoscas (52.163 kg), en donde noqueó a los mejores. Entre ellos, al chubutense Omar Narváez, meses más tarde.

¿Por qué desplaza a Crawford de la supremacía? Porque tuvo en Tapales a un oponente durísimo y de jerarquía que peleó para ganar pese a perder todos los rounds y decidió ir a tierra cuando ya en su cuerpo no cabían más golpes. Muy superior a lo que implicó la escasa resistencia opuesta por un derruido Errol Spence en la noche consagratoria de Crawford, el 29 de julio pasado. Y ello hace al mérito comparativo entre los ambos: ¿A quién le ganaron y como le ganaron?

El argentino Omar Narváez tuvo ante Inoue la derrota más dura de su carrera

Inoue, apodado “El Monstruo” o “Dragon Ball”, tiene el encanto de aquellos que seducen tanto en esgrima como en “demolición”. En boxeo y en pelea. Algo que muy pocos pueden lograr. Es mucho más plástico y artístico que el norteamericano Crawford sobre el cuadrilátero y no ha perdido esas aptitudes pese al ascenso de categorías.

 

 

Tiene un ángel natural propio; difícil de explicar aunque acusó un par de contras de Tapales abriendo un acertijo: ¿Hasta cuantos kilos de aumento en su peso tendrá respaldo su mandíbula para absorber castigo?

Pudo demoler y noquear a Tapales, ex campeón FIB y AMB, y ese era el gran interrogante de este match histórico. Demolió a un rudo. A un inquebrantable. Hizo lo que no pudo hacer el santafecino Carlos Monzón ante el colombiano Rodrigo Valdez, en pelea y revancha (1976-1977); resolvió, en combate puro y abierto, propósito no logrado por el chaqueño Sergio Palma ante el tailandés Vichit Muangroi et, en 1981, y robusteció el único faltante pugilístico en aquella noche casi perfecta del bonaerense Sergio “Maravilla” Martinez ante Kelly Pavlik, en 2010: un esperado KO. Y esta es la mínima diferencia entre jornadas excepcionales y veladas perfectas. Él fue parte de esto último.

 

¿El futuro? Está en manos del promotor Bob Arum, quién a los 92 años, tiene el objetivo fijo: presentarlo en los festejos mexicanos del Cinco de Mayo, próximo acontecimiento en Las Vegas, ante el azteca Luis Nery, un díscolo exbicampeón mundial gallo y supergallo, poseedor de un estilo tan agresivo como temerario. Y ello sería, además, un desafío popular hacia un sitial que parecía reservado para el tapatío Saúl Canelo Alvarez, que fue perdiendo vigencia por el desinterés causado por sus últimos rivales.

 

 

Las Vegas esperará a Inoue por tercera vez. Hasta el momento cumplió, se ganó el derecho. No les falló nunca.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *